Abrí los ojos en el juego de crianza que estaba jugando. ¡El problema era que me había convertido en la tía que intimidaba a la heroína! Para empeorar las cosas, incluso se había perdido el papel del "jugador" que salvaba a la heroína. No podía cerrar la cesión, todo lo que tenía era un montón de deudas y una heroína a la cual criar. Para poder salir de este juego, debía criar bien a mi sobrina y lograr un final. Mientras tanto, una persona inesperada apareció frente a mí y me ofreció una sospechosa propuesta de matrimonio... —Realmente no he pensado en casarme. También me parece demasiado apresurado. —¿Me va a rechazar sin siquiera darme la oportunidad de involucrarme con usted? —Soy un poco fría. —A mí también me gustan las cosas frías. El Archiduque Eden Vertenon, cuyo nombre había sido mencionado en el juego, me propuso matrimonio. Un hombre que se le proponía a una completa desconocida sin siquiera parpadear. Su razón y su propósito eran desconocidos, pero el podría ser la pista para lograr el final oculto. —De acuerdo. Hagamos un acuerdo, seamos una pareja que pueda divorciarse en cualquier momento. Al mismo tiempo que la propuesta, se hizo un contrato de matrimonio que prometía el divorcio. Había obtenido un esposo razonable, Pensé que solo me quedaba criar q salvo a la heroína y esperar el final pero... * —Te gustan las cosas limpias. No te gusta sostener la mano de nadie ni parecer ambiguo ¿Qué te pasa? Su respuesta no llegó de inmediato. La linterna parpadeó débilmente en medio del prolongado silencio. ¿Quizás fue por eso? De repente me pareció que había fuego en sus ojos. Eden, que había estado mirándome a los ojos durante mucho tiempo, dijo en voz baja; —Lo sé. ¿Qué pasa conmigo? —... —Usualmente pienso que este tipo de palabras no son más que estupideces o una patética excusa. Se echó a reír. —Pero ahora lo estoy haciendo. Cómo un imbécil.