“Recuerda, Catherine. Solo necesito un hijo, un hijo de sangre Cavendish." Después de solo tres meses de matrimonio, su esposo murió. Dejando un testamento para dar a luz a un hijo que continúe el linaje familiar. Sin embargo, Catherine no pudo tener hijos de Cavendish. En Cavendish no quedó ningún hombre de ese linaje. Pero no se lo imaginaba. "Encantado de conocerlo. Cuñada." Pero el día del funeral de su esposo, el medio hermano de su esposo, David, de quien ella nunca supo que existía, aparece. "¡Saca el ataúd!" Justo antes del entierro, su esposo, Saúl, revive milagrosamente y comienzan a suceder cosas extrañas...