Tu beso olía a limones. Cuando Kamin le roba un beso a su compañero de clase dormido (Kanggo) está seguro de que nunca le pillarán. Pero lo que no sabe es que Kanggo tiene un don único: puede oler las emociones. Ahora, Kanggo está a la caza de la identidad de su admirador secreto, le guste o no a Kamin.