La gente siempre se hace muchas ilusiones en esta vida: sus celulares tiemblan, alguien toca a la puerta, alguien camina, alguien me sigue... La ilusión más vergonzosa es: creo que le gusta ¡me! Por ejemplo, sospecho que estás enamorado de mí, pero no esperaba que solo fueras codicioso por mi cuerpo. Otro ejemplo: tengo pruebas de que estás enamorado de mí, porque yo... Antes de que me hicieras caso, ya te gustaba. Esta es una colección de historias que piensan que los demás están secretamente enamorados, pero en realidad son autoguiados.