Takanashi, un antiguo asesor profesional, trabaja ahora en una escuela como orientador. Durante las charlas de orientación profesional, da datos a los estudiantes testarudos y les expone la realidad del mundo que les rodea, con la esperanza de que se replanteen sus sueños. Por eso, los alumnos empiezan a llamarle "El triturador de sueños".