Junpei Enoki, quien se suponía que debía disfrutar de la tan apreciada vida otaku en la escuela secundaria. Mientras atravesaba la crisis de continuar el departamento de ingeniería electrónica, conocí a Ryosuke Shirataki, un chico guapo de la escuela. Un físico bendecido y una apariencia intrépidamente preparada, una apariencia genial que no es lo mismo que el niño de primer grado: anhelaba a Shirataki-kun, que es totalmente diferente de mí, y finalmente quería reírme más ...