Kazuyoshi Ishii ha tenido un mal día. El ex director de K1, uno de los torneos de karate más grandes del mundo, fue encarcelado por dos años por evasión de impuestos. Justo cuando es liberado y puede regresar al karate, es golpeado por un camión. Sin embargo, justo antes de su muerte, un gato que habla aparece ante él. El gato explica que mientras Ishii está muerto, puede darle una nueva vida, siempre que pueda completar una tarea para ello. Sin otra opción, Ishii está de acuerdo. Sucumbiendo a sus heridas, Ishii cae al suelo, muerto. En ese momento, la chica de secundaria Kei Ichinose se despierta de un coma de tres días.