La vida laboral y la personal deben mantenerse separadas, pero no se puede negar el carisma. Sobre todo cuando lo desprende un jefe competente y sorprendente. Pero, ¿qué ocurre cuando el confiado director general es en realidad extremadamente tímido...? Y su secretario siempre lo reconforta de manera clandestina... ¡Es una relación especial entre el jefe y su secretario que absolutamente~! ¡No puede ser expuesta!