He reencarnado como la villana de un juego otome que solía jugar, asi que intente ser buena y no molestar a la protagonista (morí), empezé nuevamente, decidí arrebatarle todo a la protagonista (morí), volví a empezar, decidí alejarme de los eventos del juego (volví a morir) y luego volví empezar. He muerto y revivido tantas veces que ahora a la muerte le soy indiferente, y ahora, con intentos infinitos yo alcanzaré mi final feliz, no importa lo que tenga que sacrificar.