La chica y el príncipe tuvieron una vida larga y feliz al final del cuento de hadas. Sin embargo, la vida para el mero personaje de soporte "Lynette" aún no había llegado a su fin. Ella, quien había quedado sola al término del cuento de hadas, llegó a una resolución: “Yo solo quiero vivir.” Lynette practicó el siguiente principio ‘Al vivir una única vez en esta novela, haré lo que me plazca,’ — creando todo tipo de rumores y esparciéndolos por todos lados. [El guapo Maestro A de la familia, quien se enorgullece de sus tradiciones, es en verdad un pervertido. Esta verdad es conocida solo por las doncellas que renunciaron a trabajar en su mansión.] En medio de un bello cuento de hadas convirtiéndose en un drama total, conoceré a un príncipe que está involucrado en una batalla de sucesión... “Alégrate. Su Majestad sorprendentemente tiene una gran cantidad de buena suerte al alcance de tus manos". “...¿Suerte?” “Soy yo.”