Yoji tardó una eternidad en olvidar a su exnovio y excolega, Tomoe, quien repentinamente abandonó la empresa y lo dejó al mismo tiempo. Pero con la fusión de sus empresas rivales, Yoji se ve obligado a trabajar con Tomoe una vez más. Cuando Tomoe habla y lo toca como solía hacerlo, los sentimientos familiares comienzan a surgir.