Después de la muerte de su mejor amigo, Chizumi, el joven presidente de una compañía de dulces, decidió adoptar a su hijo, Ibuki. Mientras Chizumi ve crecer a Ibuki, éste se va pareciendo más y más a su padre, lo que hace que Chizumi recuerde cuando éste estaba vivo. Afortunadamente, Yatabe siempre está ahí para compartir su dolor del pasado... ¡Y entonces un día, Ibuki confesó su amor a Chizumi!